Información Extra
El Evangelio es proclamación y anuncio de santidad y felicidad. En definitiva, de Amor. Los Consejos Evangélicos en conjunto son propuestos a todo seguidor e imitador de Cristo, el Verdadero Evangelio. La Profesión pública de algunos de esos Consejos Evangélicos, como son los de Virginidad, Pobreza y Obediencia, aceptados por la Tradición y la Iglesia, tienen el sentido y el carácter de radicalidad en el seguimiento e imitación de Jesús de Nazaret.
Sin duda alguna que los cambios culturales de nuestro hoy afectan a algunos fundamentos clásicos de la Vida de Especial Consagración, como son los Votos, componentes esenciales de la Consagración Religiosa. No obstante, la sexualidad es vista hoy como un valor positivo, no como un valor negativo de la vocación humano-religiosa, la pobreza es considerada como una desgracia, no como un ideal evangélico y la obediencia es vista más como una limitación de la autonomía y de la independencia del hombre que como un servicio, ya que la autonomía es tenida como un valor irrenunciable.
La propuesta de estas reflexiones desde la Palabra de Dios, la Teología, la Doctrina de la Iglesia y de la propia experiencia en la Vida Religiosa, quiere ser una estimación positiva de la realidad de esta profesión radical de los tres consejos que la conforman. Queda a salvo que la mejor Profesión Evangélica es la de la Fe, la Esperanza y el Amor. El cristiano es un hombre teologal antes que moral.