Información Extra
El Evangelio de Jesús no es apolítico, incide profundamente en la cultura e instituciones de la sociedad. Por naturaleza, cuestiona todo sistema que ampare la desigualdad, la injusticia y el binomio ricos/pobres. Jesús, con el Reino-Proyecto de Dios que anuncia, propone otra forma de convivencia, basada en la fraternidad, la solidaridad, el compartir. sin fronteras, sin clasismos ni discriminaciones.
Ese mismo Evangelio comienza por revolucionar el interior, relaciones y estructuras de la Iglesia. En ella es donde más debe brillar la igualdad, la fraternidad, el amor, el compartir, el servicio, configurando un estilo de vida comunitario, democrático, participativo, dialogal, pluralista, en el que sean sagrados la dignidad de toda persona y sus derechos.
El Evangelio es humanizante, liberador, integrador de todos en una unidad mayor, que incluya primero lo más común a todos y también lo particular.