El volumen XI del Synodicon hispanum contiene un elevado número de diócesis, pero un número relativamente bajo de sínodos, con la circunstancia de que la mayor parte de todos los sínodos de este volumen pertenecen a una sola diócesis, la de Cartagena. Resulta extraño que en diócesis tan importantes como son Córdoba, Granada, Málaga y Sevilla se hayan celebrado tan pocos sínodos diocesanos, especialmente si tenemos en cuenta que algunos de los documentos de estas diócesis que se han considerado sínodos diocesanos y que nosotros incluimos en este volumen, quizá no tengan la verdadera cualidad de sinodales, como en sus lugares respectivos discutiremos. No hemos incluido y ni siquiera mencionado a la diócesis de Almería, que pertenece al entorno de las diócesis de este volumen, porque no hay noticia ni sospecha alguna de que en Almería se haya celebrado algún sínodo en la época que abarca el Synodicon hispanum, es decir desde el concilio IV de Letrán de 1215 hasta la clausura del concilio de Trento en 1563. Por eso mismo sorprende gratamente la pronta y relativamente abundante legislación sinodal en Canarias.