Los agustinos llegaron a la provincia Málaga poco después de la reconquista de la capital por los Reyes Católicos, En 1513 se establecieron en Antequera, en 1520 en Coín, en 1575 en Málaga capital y en 1776 en Colmenar. En estas cuatro localidades continuaron hasta que tuvieron que cerrar los cuatro conventos en 1835, forzados por la Real Orden de Exclaustración Eclesiástica de 1835. Ya a finales del s. XIX con la fundación de la Provincia Agustiniana Matritense en 1885, de clara vocación a la Enseñanza, le fue ofrecida a la Orden de San Agustín el hacerse cargo del nuevo colegio del Sagrado Corazón de Ronda, cuyas clases se abrieron en 1903. El Colegio de San Agustín de Málaga tomaría las riendas del colegio rondeño y se inauguró en 1918 para cerrar sus puertas en 1972. Más de medio siglo de entrega a la sociedad malagueña. Cerca de 5.000 alumnos pasaron por sus aulas, siendo Miguel de Grecia, tío de Sofía de Grecia, Reina de España, uno de ellos, cuyo testimonio que aquí reproducimos, consta en esta obra: Cerca de 5.000 alumnos pasaron por las aulas de San Agustín, no sin antes (1968) ceder el testigo al nuevo y espacioso Colegio Los Olivos entre olivos y almendros, palmeras y eucaliptus, en pleno campo y frente al mar. Tras 125 años después de haberse puesto la primera piedra en el colegio rondeño en 1897, más de 17.000 alumnos y alumnas entre los tres colegios agustinianos malagueños se han formado en estos centros, de donde han salido hombres y mujeres, que ocuparon y ocupan los puestos más diversos -algunos con mucha responsabilidad- en la sociedad española y en instituciones del extranjero. Además, en ellos se han educado no sólo brillantes profesionales, sino personas que viven y propagan con su buen hacer los mejores valores de la Escuela Agustiniana. Los estudios y testimonios de muchos de ellos, constituyendo historias de vida y enriqueciendo la historia de Málaga y de la educación durante el siglo XX y parte del XXI, han quedado recogidos en esta Obra, para que así queden como legado para las generaciones venideras.