Información Extra
Estas páginas están destinadas a ayudar al lector a orar contemplando la Pasión de Nuestro Señor. No siguen un orden cronológico, sino que aspiran a hacer revivir los acontecimientos de hace dos mil años imaginando cómo actuaron los diferentes actores de aquellas horas, sombrías y luminosas a la vez, de la humanidad; tratando de ponernos en su lugar, como si la película de los acontecimientos se desarrollara ante nuestros ojos, una película tan cautivadora que nos sentimos directamente implicados. Lo estamos, en efecto, ¡y de qué manera! Pues es precisamente nuestro destino eterno lo que se juega en el curso de los "Días Santos". Las observaciones que siguen quieren, pues, iniciar nuestra oración mental. No es necesario leerlas todo seguido. En efecto, al volver a los mismos lugares, a las mismas escenas, las vivimos de forma diferente según acompañemos -o seamos- a un soldado, a Simón de Cirene, a una de las santas mujeres, a Dimas (el buen ladrón), a Longinos, a Malco, al centurión, a un siervo de los sumos sacerdotes, a Nicodemo, a José de Arimatea, a uno de los verdugos, a Pilatos, a Barrabás, a Caifás, a otros más o, para comenzar, simplemente a un anónimo perdido en la multitud.