San M.ª Rafael vivió el vía crucis con intensidad. Sus pocos años en la Trapa de San Isidro de Dueñas fueron un auténtico vía crucis para él. Recorrió las estaciones de la vía dolorosa siguiendo a Jesús de cerca, con su cruz diaria, y en compañía de la Virgen de los Dolores En efecto, sufrió la pasión de Jesucristo en su carne y en su alma, amó la pasión y la cruz con todo su corazón, pregonó su valor como medio de santidad, y todo ello lo dejó plasmado en sus escritos. También nos dejó estampada su imagen de Jesús fiel hasta la muerte en un dibujo hecho a lápiz, en el que muestra su rostro, de perfil, con una expresión pacien-te, de comprensión y de amorosa redención. Es el que ilustra el recorrido de este vía crucis.