¿Estamos ante el redescubrimiento de los laicos, y con ello de su teología y espiritualidad, o ante el redescubrimiento de la Iglesia misma y su relación con la sociedad? La historia del laicado ha oscilado desde un claro protagonismo del laico hasta una progresiva depreciación y ocaso. Ya en nuestros días se aprecia un verdadero redescubrimiento y protagonismo, por algunos calificado de excesivo. El Papa Juan Pablo II ha afirmado con claridad: Todos los cristianos laicos, clérigos y religiosos tienen una misma dignidad, siendo un único pueblo reunido en la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Tal dignidad brota del Bautismo, gracias al cual la persona es incorporada a Cristo y a la comunidad eclesial y llamada a una vida de santidad... En el tema laical necesitamos un planteamiento conjunto de eclesiología, teología y espiritualidad para no clericalizar ni secularizar al fiel laico. En este sentido, debemos volver nuestra mirada a las genuinas fuentes de la Tradición Viva, releyendo de forma particular el Vaticano II. A la pregunta de si el laico posee un estatuto teológico propio o, con palabras más sencillas, si tiene sentido hablar de teología y espiritualidad laical hoy, se responde afirmativamente, superando posturas de escepticismo: laico viene a ser como el ámbito en que la laicidad de toda la Iglesia (su relación mundanal) se realiza de forma plena y concreta. Este libro ha venido demandado por los alumnos de la Facultad de Teología del Norte de España (Sedes de Burgos y Vitoria), y por los movimientos y asociaciones laicales con los que el autor ha tenido oportunidad de trabajar pastoralmente durante estos años. Se pretende ofrecer un humilde servicio eclesial en esta hora de los laicos y de nueva evangelización, conscientes de que ante la complejidad de las preguntas y elementos que están en juego estamos lejos de decir la última palabra.