Olimpia nació en Constantinopla hacia el año 360. Mujer decidida, de familia noble y con un abundante patrimonio, tras un breve matrimonio escogió el camino de la ascética y la dedicación a la Iglesia, siendo ordenada diaconisa. Fiel amiga del obispo san Juan Crisóstomo, le ayudó con sus bienes en múltiples proyectos especialmente al servicio de los pobres, y le siguió en el exilio. Murió en Nicomedia hacia el año 408. Y la historia empieza así: "Santa Olimpia (c. 361 - c. 408) vivió en un tiempo conocido como Antigüedad tardía o Bajo Imperio, un período de transición entre un Imperio romano en permanente crisis -económica, política, social y cultural, cuyas dos grandes expresiones serán la división definitiva entre la parte occidental y la oriental y el paso del cristianismo de ser religión lícita a oficial-, y el nacimiento de la nueva sociedad emergente: invasión de los pueblos germanos y creación de nuevos Estados en Occidente y aparición del Imperio bizantino en Oriente, período que continuará hasta el Medievo..."