Vivimos en un mundo práctico. Demasiado a veces. Por eso puede parecer poco provechoso dedicarse a realizar postres en casa. ¿Qué ventajas tiene la repostería casera? Decir que mejor precio e ingredientes escogidos sería volver a caer un poco en el utilitarismo. Un buen postre es una pequeña obra artística y el arte no es útil, es bello. Además hay algo que sólo poseen los postres hechos en casa: el aroma. El aroma que se desprende de un bizcocho, de una confitura, de un chocolate caliente... sólo se obtiene en el lugar de la elaboración. Ese olor a repostería que impregna la casa y que dice que en la cocina hay un genio creando momentos felices para una celebración, o para alivio de un día sin otro realce, es difícil de lograr por otros medios. El aroma dulce subraya y convoca a los buenos recuerdos. En este libro se dan las instrucciones para lograr con éxito postres riquísimos. Unos son muy fáciles, otros más bien complejos, pero todos asequibles.