Málaga ha experimentado en el transcurso del último siglo un cambio sociológico que supera la más optimista visión de cualquier curtido futurólogo. Alcanzar semejante logro, nos conecta de inmediato con el mundo de la cultura expresado en los libros, auténtico arsenal de conocimientos y firme palanca capaz de remover conciencias, amén de corregir errores pasados de aquel tiempo inmisericorde. De la ´ciudad bravía´ por fortuna solo quedan vestigios a consultar en esas preciadas joyas que son las hemerotecas. Una sociedad que entremezclaba sabiduría e ignorancia, erudición y analfabetismo, sin que resultara fácil hallar el necesario equilibrio para sobrevivir en armonía.