Este libro ofrece una serie de reflexiones sobre la vida cristiana, la fe y la Palabra, para guiar un itinerario de crecimiento espiritual, ya sea individual o de grupo. Los textos están agrupados en cuatro grandes bloques, que son los cuatro grandes momentos de ese itinerario: el anhelo (la ceguera), el encuentro (la gracia), la entrega (la confianza) y la misión (el testimonio). Todas las reflexiones tienen una estructura similar: les precede una breve cita del Magisterio, la Escritura, los Santos Padres o autores como Unamuno o Blondel, y concluyen con una invitación a la oración. El libro es continuación de Los ojos de la fe, también editado en San Pablo. Con ambos libros el autor quiere significar la necesidad que tienen los creyentes de recibir la luz de la Palabra para que cada vez su mirada sea más penetrante y pueda ver con los ojos de la fe.