La atención plena consiste en ser amablemente conscientes de todo lo que ocurre. La práctica de la atención plena pasa por abrirnos al momento presente tal cual es y no como querríamos que fuese. No es una práctica sencilla, pero puede resultar profundamente esclarecedora cuando podemos mantenerla de un modo más o menos sostenido. La distracción, por el contrario, nos cierra y constriñe tanto la expresión como el disfrute de nuestra vida. Estos 108 textos extraídos de La práctica de la atención plena aspiran a proporcionar el necesario aliento para cultivar la atención plena en todas las facetas de la vida cotidiana. Son pequeñas lecciones prácticas de sabiduría y compasión que pueden conducir a una profunda y curativa transformación, tanto interna como externa.