En su tercera encíclica, el Papa afronta el problema del trabajo, clave de la cuestión social, y su dignidad. Analiza también el conflicto entre trabajo y capital en la presente fase histórica, así como los derechos de los hombres ante situaciones diversas: salario y prestaciones sociales, minusvalías, emigración... Por último, desarrolla las líneas de una espiritualidad del trabajo visto como participación de la obra del Creador, en comunión con Cristo y a la luz de la cruz y de la resurrección. Con ocasión del 90 aniversario de la publicación de la encíclica "Rerum novarum", fundamento de la doctrina social de la Iglesia, Juan Pablo II nos ofrece esta completa reflexión, universal y siempre de actualidad acerca del trabajo humano.