No todas las formas de mirar la vida religiosa son iguales. Más allá de los datos que nos ofrece la sociología, es necesaria, más que nunca, una correcta interpretación de los mismos. La vida consagrada hoy es fruto de lo que fue ayer y, a la vez, ya está haciendo ver lo que será mañana. ¿Cómo entender el pasado para vivir mejor el presente y preparar el futuro? Sin duda, esta es una forma de vida que hunde sus raíces y su fundamento en Dios. No caben, pues, lecturas pesimistas sobre su futuro. Una mirada de cansancio sobre la vida consagrada no denota otra cosa que una falta de fe y confianza en Dios. El autor del libro nos ofrece una visión esperanzada, realista y profunda de la situación de la vida consagrada hoy, enmarcada en el pasado inmediato de la renovación conciliar que apunta hacia un nuevo futuro. La vida consagrada no solo es testigo de un pasado glorioso que recordar, sino de una "gran historia por construir".