Desde el inicio de su pontificado, Francisco ha tenido a los jóvenes y la pastoral juvenil como una de sus preocupaciones principales. El Papa les invita, sobre todo, a comprometerse y a ser activamente solidarios. También les propone otras tareas. En este breve pero sugerente libro, el autor, uno de los especialistas actuales más importantes en pastoral juvenil, señala diez de ellas. "Queridos jóvenes, seré feliz viéndolos correr más rápido que los lentos y temerosos. Corran atraídos por ese rostro tan amado, que adoramos en la Sagrada Eucaristía y reconocemos en la carne del hermano sufriente. El Espíritu Santo los empuje en esta carrera hacia adelante. La Iglesia necesita su entusiasmo, sus intuiciones, su fe". (Christus vivit, 299)