El Plan divino de salvación pasa a través de la familia para transmitir la vida física y sobrenatural a cada persona humana. Es verdad que el pecado original ha constituido la amenaza más grave contra este Plan, contra el «misterio nupcial de la persona» y contra la familia. Jesucristo ha redimido el corazón esponsal del hombre, ha curado, ha devuelto a su pureza de los orígenes, y ha elevado al matrimonio a fuente de Gracia. He aquí el Misterio matrimonial con todo su esplendor (Ef 5, 21-32). La gloria de Dios y la gloria del hombre coinciden y brillan con singular belleza en este Misterio. La luz global del designio salvador se concentra en la exposición que el presente libro hace sobre el matrimonio y la familia. Desde su fuente Trinitaria, en el contexto global del misterio de Jesucristo, de la Iglesia y de los Sacramentos que la edifican, los autores afrontan de forma específica cuál es el puesto eclesial del matrimonio redimido por Cristo.