¿Cuál fue la relación de Francisco de Asís con la liturgia? ¿Cuál fue la fuente de su espiritualidad? Nadie duda de que Francisco es una gran hombre de oración, un enamorado de Dios, un místico singular, un hombre evangélico. Sin embargo, quizá no se hablado lo suficiente de Francisco como hombre litúrgico. Y lo es, porque el camino privilegiado para su acceso a la Palabra de Dios fueron los libros litúrgicos, esto es, la Palabra ya interpretada por la tradición orante de la Iglesia e insertada en el evento litúrgico. En la dinámica de las diferentes celebraciones Dios le fue hablando, iluminando y transformando. La liturgia, aunque como palabra estuvo completamente ausente de las Fuentes Franciscanas, fue sin duda la gran escuela de Francisco de Asís y sus primeros compañeros. Ciertamente, hoy Francisco de Asís sería un defensor y propagador de la liturgia renovada del Concilio Vaticano II. Es increíble cómo tantas orientaciones de la Sacrosanctum Concilium están, en cierto sentido, presentes en Francisco de Asís: la participación activa, la voz en sintonía con la mente, escuchar a Cristo cuando se proclama la Palabra Descubrir a Francisco como hombre litúrgico y, en la misma medida, ir redescubriendo la fuerza que debe tener la liturgia en nuestra vida personal y fraterna. Esta es la invitación que el hermano franciscano capuchino Mariosvaldo Florentino nos hace en este libro.