Aunque este libro pueda parecer un álbum de recuerdos que llega hasta el momento presente, con textos que dejan constancia de iniciativas que fueron configurando la vida de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra y con fotografías que tienen dimensión espontánea y casera, también es un libro que refleja la apertura de la Facultad en los planos nacional e internacional, y la permanente adaptación -en varias ocasiones de un modo pionero- a las nuevas necesidades de la sociedad en el ámbito de la comunicación. Este doble carácter del libro permite verlo como una especie de película familiar que hace posible revivir días irrepetibles y momentos y anécdotas que se transmiten de padres a hijos, y también como la historia -abierta al futuro- de un centro docente que afronta diariamente el reto de la excelencia. Los protagonistas del libro no son algunos alumnos ni algunos profesores. La que cumple 50 años es la Facultad: ella es, en último extremo, la protagonista.