Cuando un cristiano recibe el sacramento de la Confirmación, recibe un regalo de Dios que muchas veces desconoce. Hoy, desgraciadamente, este Sacramento parece ser la despedida de la vida cristiana. Pocos son los adolescentes que tras recibir la Primera Comunión reciben luego la formación catequética para recibir el sacramento de la Confirmación. Y muchos de estos pocos se toman este regalo como el fin de su formación cristiana. Por eso, el Papa Francisco ha hablado en ocasiones de este sacramento llamándole el sacramento del adiós.