El Cantar de los Cantares en un libro bellísimo del Antiguo Testamento, que diversos autores lo han estudiado, interpretado o comentado desde distintos puntos de vista: literario, exegético, espiritual Pero quizá nadie lo haya empleado hasta ahora como un magnífico medio para discernir y profundizar en la propia vocación de la persona, desde las distintas etapas que nos propone el autor y empleando los Ejercicios espirituales de san Ignacio de Loyola. Ejercicios espirituales con el Cantar de los Cantares: Los ejercicios espirituales son un tiempo de gracia que se nos ofrece para reapropiarnos de nuestros más auténticos deseos. El autor divide el libro en Siete meditaciones que nos conducen a buscar el perfume del esposo. En la primera meditación se nos entregará «la llave del deseo». Precisamente es el deseo el que pone en marcha nuestra vida espiritual, ya que, si no fuera así, si se dejara abandonada a sí misma, podría paralizarse. Es preciso liberarse de las ansias de poseer; debemos luchar contra ellas, no contra el deseo. El lugar de esta actividad interior de discernimiento y de elección es «la oración». La segunda meditación nos introducirá en el Cantar de los Cantares. Gracias a la lectura orante de esta joya del Antiguo Testamento, podremos comprender que la vida espiritual está compuesta por etapas que van desde el deseo de ser atraídos por el Amado hasta la unión íntima con él. Pero la iniciativa es siempre del esposo. Una modalidad de oración que Ignacio de Loyola sugiere en sus ejercicios espirituales es la repetición, como si fuera una «escuela para el paladar», que es precisamente el tema de la tercera meditación. Siguiendo los pasos de san Agustín releeremos el Cantar de los Cantares a la luz del seguimiento de Cristo. La relación conyugal, argumento de la cuarta meditación, se presenta a través de la vida del profeta Oseas que, a pesar de su desastrosa relación matrimonial, se convierte en profeta para el pueblo. Para Dios ninguna traición queda sin posibilidad de recurso. El pecado puede ser siempre ocasión para la misericordia. Encuentro: conversión interior «Historia de un cortejo» es el título de la quinta meditación: los protagonistas de la escena junto al pozo de Sicar son la mujer samaritana, con su cántaro vacío, y Jesús, que tiene sed. Jesús le pide de beber porque tiene sed de salvación para toda la humanidad. La jarra, que representaba la historia de la mujer, se deja a los pies de Jesús. Este encuentro pide nuestra conversión interior: pasar de la presunción de tenerlo todo a experimentar que nos falta lo esencial. «¿Quién es el esposo?»: esta es la pregunta y el tema de la sexta meditación. La respuesta se encontrará en la búsqueda orante que atraviesa las diferentes escenas de la pasión de Jesús según el Evangelio de Juan (cf. Jn 18 y 19): se nos invita a contemplar «al que traspasaron» (Jn 19,37), reconociéndonos liberados por la vida y la entrega de Jesús hasta dar su vida. Autor: Gaetano Piccolo, jesuita. Enseña Metafísica en la Pontificia Universidad Gregoriana. Gracias a su experiencia espiritual, las profundas dinámicas del corazón emergen del encuentro con la Palabra. Es autor de numerosas publicaciones. La séptima meditación, «la contemplación para alcanzar el amor», nos ayuda a sumergirnos en la corriente del amor que nos envuelve. Para experimentar el amor es necesario que pidamos la gracia de conocernos íntimamente. Esto se hará recordando todos los dones recibidos, sintiendo la presencia de Dios como fuente de todos nuestros dones. Destinatarios Para aquellos que tienen el coraje de avanzar en sus maravillas, el Cantar de los Cantares es un jardín de paz, una fuente de vida, el perfume del esposo