No basta con un primer acercamiento a las realidades que nos trascienden. Hemos de volver una y otra vez sobre ellas si no queremos quedarnos en un pobre e inicial conocimiento de las mismas. Esto nos lleva a la cuestión en la que ahora queremos centrar nuestra atención: el sentido espiritual que, para los cristianos, para los que por el bautismo hemos sido incorporados a Cristo, tiene el culto que tributamos a Dios. En otras palabras: ¿qué queremos decir cuando afirmamos que el culto cristiano es un nculto espiritual? Yves Congar. Nació en Sedan (Francia), el 8 de abril de 1904. Discípulo de Jaques Maritain. Ingresó en la Orden Dominicana en 1925. Recibió el presbiterado en 1930. Profesor en Le Saulchoir, su obra Vraie et fausse Réforme dans l'Église le valió duras críticas. Participó como teólogo en el Concilio Vaticano II. Fundó la colección Unam Sanctam, en la que publicó: Chrétiens desunis, Esquisses du mystère de l'Église, Jalons pour une théologie du laicat y L'épiscopat et l'Église universelle. Fue elevado al cardenalato por Juan Pablo II en 1994. Falleció el 12 de junio de 1995. Joseph Lécuyer. Nació en Kerfoum (Francia) el 14 de agosto de 1912. Ingresó en la Congregación del Espíritu Santo en 1930 y ordenado presbítero el 16 de agosto de 1936. Doctor en Filosofía y Teología. Profesó la docencia en diversos Centros Romanos de Estudios Superiores. Publicó: Abrahán, nuestro Padre (1955), El sacerdocio en el Misterio de Cristo (1957), El Sacrificio de la Nueva Alianza (1962), Estudios sobre la Colegialidad episcopal (1964), Sacerdotes de Cristo (1957), El sacramento de la ordenación (1983). Participó, como teólogo, en diversas Comisiones conciliares y postconcilares. Fue Superior general de la Congregación del Espíritu Santo de 1974 a 1983. Falleció en Chevilly el 27 de julio de 1883.