En este último volumen se nos ofrecen los criterios concretos que, derivados de la fe y de la moral cristiana, son imprescindibles para enjuiciar las situaciones que se dan en los distintos campos de acción (familia, cultura, economía y política) y para adoptar compromisos. El deseo es respetar aquellos otros criterios que, por pertenecer al terreno de lo opinable, quedan a la libre decisión de cada uno. Todo ello sin olvidar que los cristianos estamos llamados a dar razón de nuestra fe cristiana en medio del mundo, lo que nos lleva a tener siempre una actitud de diálogo, ejercitarnos en el método del discernimiento y descubrir la formación permanente como una necesidad para ser evangelizadores y transmisores de la fe.