Este libro pretende ser de ayuda a los que no se conforman con haberse encontrado con Dios en algún momento de su vida, sino que anhelan poder experimentarle en plenitud cada día. Para esto, sólo hay un camino: profundizar en el proceso de convertir nuestra vida a Dios sometiéndonos humildemente a Él. No hay atajos aunque algunos ingenuos así lo crean o lo quieran vender. El que camina con Jesús ya sabe que tiene que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirle (cf. Mt 16, 24), pero también sabe que sólo en esa renuncia hay verdadera felicidad. Este libro puede ayudarnos mucho individualmente, pero también encuentro interesante trabajar estos temas junto a aquellas personas con las cuales tenemos un camino de fe común, en grupos de crecimiento, profundización o comunidades.