El Comentario al Padrenuestro aparece en los capítulos 27 al 42 de El camino de perfección, un tratado dirigido por Teresa de Ávila a las monjas de sus monasterios. La mujer que ha experimentado las más grandes gracias místicas aparece con los pies en el suelo, conocedora de las más profundas motivaciones del alma. La oración que Jesús nos enseñó y que repetimos a diario cobra, en palabras de Teresa, nuevas fuerzas, nos ayuda a reconocernos como hijos y hermanos, nos eleva a la oración contemplativa y nos guía en la actividad práctica. Cuatro siglos después, Nora Gowland nos ofrece una cuidada adaptación al castellano actual, para facilitar el acceso a este tesoro.