Con motivo de los 160 años de la muerte del santo Cura de Ars, el papa Francisco escribe una carta a todos los sacerdotes que, "sin hacer ruido lo dejan todo para comprometerse en el día a día de sus comunidades". "A vosotros que trabajáis en la trinchera, y lleváis sobre vuestras espaldas el peso del día y del bochorno, y expuestos a un sinfin de situaciones "dáis la cara" día a dia y sin daros demasiada importancia, para cuidar y acompañar al pueblo de Dios". "Me dirijo a cada uno de vosotros que, en tantas ocasiones, sin alardes y con sacrificio, cansancio y esfuerzo, en la enfermedad o en la desolación, asumís la misión como servicio a Dios y a su pueblo y, a pesar de las dificultades del camino, escribís las páginas más hermosas de la vida sacerdotal".