Don Manuel González García (1877-1940) «fue una personalidad inconmensurable como sacerdote, como obispo, como fundador, como catequista, como escritor, como heraldo y misionero de la Eucaristía». Obispo de Málaga y de Palencia, y fundador, entre otras, de las "Misioneras Eucarísticas de Nazaret", su vida se puede resumir en su extraordionario amor por la Eucaristía: «Pido ser enterrado -se lee en su última voluntad- junto a un Sagrario, para que mis huesos, después de muerto, como mi lengua y mi pluma en vida, estén siempre diciendo a los que pasan: ¡Ahí está Jesús! ¡Ahí está! ¡No dejadlo abandonado!».