La silenciosa trampa de las emociones recoge quince historias cortas de ficción donde posibles vivencias pasadas, presentes o futuras descubren un abanico de situaciones con un marcado trasfondo emocional. La necesidad de soñar o de adaptarse a las situaciones para seguir avanzando, el retorno a aquellas circunstancias infantiles que terminaron por cimentar la personalidad, el impulso de trascender, el reconocimiento a aquellos con los que se ha ido compartiendo la vida, la crítica a la utilización abusiva de la tecnología o el recuerdo ambientado en Transilvania al León Felipe viajero son algunos de los motivos de estas historias. El universo creado por los protagonistas de estos relatos, mujeres en su mayoría, está lleno de inteligencia emocional y rezuma un fino sentido del humor que involucra con facilidad al lector en las narraciones.