A BERKELEY LE GUSTABA EL WHISKY Y A DESCARTES...

Si bien es cierto que esta obra no tiene nada que ver con el tratamiento al uso que hacen los estudiosos de las doctrinas de los filósofos o de las cuestiones relacionadas con la filosofía, no es menos cierto que también puede resultar útil o, al menos, divertida y entretenida. La visión de los filósofos y de las ideas filosóficas que se ofrecen en el presente libro es completamente diferente a lo que el lector puede encontrar en las librerías sobre estos temas, o lo que el conocedor delos mismos está habituado a leer. El autor de estos artículos filosóficos parte de algún hecho anecdótico de la vida del filósofo o de alguna de sus ideas más significativas,pero no como pretexto para exponer su sistema filosófico, sino para construir un relato pleno de comicidad que, a veces, recuerda el vodevil o la comedia del absurdo. La irónica y desenfadada exposición se entrelaza con el diálogo filosófico-grotesco y anacrónico de los personajes que intervienen. Así, a través del relato y del diálogo van apareciendo las ideas filosóficas con claridad y precisión, pero, eso sí, envueltas en el ropaje de un lenguaje sarcástico e irónico y en el contexto de una situación cómica. En este marco aparecen los filósofosde la relevancia de Heráclito, Parménides, Platón, Aristóteles, Tomásde Aquino, Buridán, Descartes, Leibniz, Berkeley, Kant, Marx, Ortega yGasset, Wittgenstein y Fernando Savater. En un futuro tal vez se vayan sumando algunos más. En las cuestiones filosóficas y pedagógicas, el autor aborda diversos temas de raigambre filosófica como los relativos al imperativo categórico, el perspectivismo, los problemas del lenguaje, etc., y otros más cercanos a la realidad educativa en sus diversas facetas, manteniendo el mismo tono de comicidad, socarrón, irónico y sarcásticode los artículos sobre los filósofos.